Inmortalidad virtual: el aterrador futuro de la tecnología digital del más allá

La industria del más allá digital plantea importantes desafíos éticos y psicológicos. (representante)

Canberra:

Imagine un futuro en el que reciba un mensaje en su teléfono indicando que el robot «digital inmortal» de su difunto padre está listo. Esta promesa de conversar con una versión virtual de su ser querido (tal vez a través de un dispositivo de realidad virtual) es como entrar en una película de ciencia ficción, a la vez emocionante y un poco aterradora.

Te encontrarás en una montaña rusa emocional mientras interactúas con este padre digital. Descubres secretos e historias que nunca conociste, cambiando la forma en que recuerdas a la persona real.

Este no es un escenario hipotético descabellado. La industria de la vida posdigital está evolucionando rápidamente. Varias empresas prometen crear reconstrucciones virtuales de personas fallecidas basándose en sus huellas digitales.

Desde chatbots con inteligencia artificial (IA) y avatares virtuales hasta hologramas, esta tecnología ofrece una extraña combinación de comodidad y disrupción. Puede arrastrarnos a experiencias profundamente personales que desdibujan las líneas entre el pasado y el presente, la memoria y la realidad.

A medida que crece la industria del más allá digital, plantea importantes desafíos éticos y psicológicos. Estas incluyen preocupaciones sobre el consentimiento, la privacidad y el impacto emocional en la calidad de vida.

¿Qué es el arte del más allá digital? Las tecnologías de realidad virtual e inteligencia artificial están haciendo posibles las reconstrucciones virtuales de nuestros seres queridos. Las empresas de esta industria especializada utilizan datos de publicaciones en redes sociales, correos electrónicos, mensajes de texto y grabaciones de voz para crear personajes digitales que puedan interactuar con los vivos.

Aunque sigue siendo un nicho, el número de actores en la industria del más allá digital está creciendo.

HereAfter permite a los usuarios grabar historias y mensajes durante su vida, a los que sus seres queridos pueden acceder póstumamente. MyWishes brinda la posibilidad de enviar mensajes predeterminados después de la muerte mientras mantiene una presencia en la vida de los vivos.

Hanson Robotics ha desarrollado bustos robóticos que se comunican con personas utilizando recuerdos y rasgos de personalidad del difunto. El Proyecto Diciembre brinda a los usuarios acceso a la llamada «IA profunda» para entablar conversaciones basadas en texto con personas que han muerto.

La IA generativa también juega un papel importante en la industria del más allá digital. Estas tecnologías permiten la creación de personajes digitales altamente realistas e interactivos. Pero los altos niveles de realismo pueden desdibujar la línea entre realidad y simulación. Esto puede mejorar la experiencia del usuario, pero puede causar angustia mental y emocional.

La tecnología digital del más allá puede ayudar en el proceso de duelo proporcionando continuidad y conexión con el fallecido. Escuchar la voz de un ser querido o ver su imagen puede brindar consuelo y ayudar a procesar la pérdida.

Para algunos de nosotros, estos inmortales digitales pueden ser herramientas terapéuticas. Pueden ayudarnos a preservar recuerdos positivos y sentirnos cerca de nuestros seres queridos incluso después de su muerte.

Pero para otros, el impacto emocional puede ser profundamente negativo, exacerbando el dolor en lugar de aliviarlo. Las recreaciones de seres queridos con IA tienen el potencial de causar daño psicológico si el deudo interactúa con ellos de forma no deseada. Es esencialmente una víctima de una «persecución digital».

Otras cuestiones importantes y preocupaciones éticas que rodean esta tecnología incluyen el consentimiento, la autonomía y la privacidad.

Por ejemplo, el fallecido puede no dar su consentimiento para que sus datos se utilicen para el «más allá digital».

También existen riesgos de mal uso y manipulación de datos. Las empresas pueden explotar los inmortales digitales para obtener beneficios comerciales, utilizándolos para publicitar productos o servicios. Las personalidades digitales pueden modificarse para expresar mensajes o comportamientos que los muertos nunca respaldarían.

Nuestra regulación necesita Para abordar las preocupaciones que rodean a esta industria que emerge rápidamente, necesitamos actualizar nuestro marco legal. Necesitamos abordar cuestiones como la planificación patrimonial digital, la herencia de las personalidades digitales del difunto y la propiedad de la memoria digital.

El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea reconoce el derecho a la privacidad post mortem, pero enfrenta desafíos en su aplicación.

Las plataformas de redes sociales controlan el acceso a los datos de los usuarios fallecidos, a menudo en contra de los deseos de los herederos, complicando cláusulas como «no hay derecho de supervivencia». Las prácticas limitadas de las plataformas obstaculizan la eficacia del RGPD. La protección integral exige una reevaluación de las normas de los tratados en consonancia con los derechos humanos.

La industria de la vida futura digital ofrece consuelo y preservación de la memoria, pero plantea preocupaciones morales y emocionales. La implementación de reglas bien pensadas y pautas éticas puede respetar tanto a los vivos como a los muertos, de modo que la inmortalidad digital mejore nuestra humanidad.

¿Qué podemos hacer? Los investigadores han recomendado varias pautas y regulaciones éticas. Algunas de las recomendaciones incluyen: obtener consentimiento informado y documentado antes de crear personas digitales a partir de personas antes de que mueran, restricciones de edad para proteger a los grupos vulnerables, exenciones de responsabilidad claras para garantizar la transparencia y fuertes medidas de seguridad y privacidad de los datos.

Partiendo del marco ético de la arqueología, un estudio de 2018 sugirió tratar los restos digitales como parte integral de la personalidad, proponiendo regulaciones para garantizar la dignidad, particularmente en los servicios de recreación.

El diálogo entre los formuladores de políticas, la industria y el mundo académico es crucial para el desarrollo de soluciones éticas y regulatorias. Los proveedores también deberían ofrecer a los usuarios formas de poner fin a sus interacciones con personas digitales.

A través de un desarrollo cuidadoso y responsable, podemos crear un futuro donde las tecnologías del más allá digital sean significativas y honren a nuestros seres queridos.

Mientras navegamos por este nuevo mundo feliz, es fundamental equilibrar los beneficios de permanecer conectados con nuestros seres queridos con los riesgos potenciales y los dilemas éticos.

Al hacerlo, podemos garantizar que el arte digital del más allá se desarrolle de una manera que honre la memoria de los muertos y apoye el bienestar emocional de los vivos (Entrevista).

(A excepción del titular, esta historia no fue editada por el personal de NDTV y apareció en un canal sindicado).

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