tEl problema es, don José, que en usted no es así. Por supuesto que le gusta cuando te empuja en varias piruetas, o barridos en el hombro, pero para esta Carmen (Laura Rodríguez) nunca pasa de diversión en el momento, es todo espíritu e impulso y baile impresionante sin preocupaciones. Todo lo que se necesita es la aparición de un torero guapo y ella corre hacia la tragedia.

Es una historia que se ha contado innumerables veces, muchas de ellas en danza, desde la novela original de Prosper Mérimée de 1845. Esta Carmen fue creada por la estrella del ballet cubano Carlos Acosta y es una expansión de una ballet en un acto que realizó para el Royal Ballet en 2015, ambientado con la orquestación de Rodion Shchedrin de la partitura de ópera de Bizet. Ahora es una velada completa, bailada por su compañía de Havana Acosta Danza, con un poco de música cubana añadida, y su espíritu animado se adapta mucho mejor a los bailarines cubanos que habitan fácilmente el mundo en el escenario.

Las mejores escenas son con el conjunto, como la taberna al comienzo del segundo acto, los bailarines golpean la mesa con gritos vertiginosos. Se convierte en una mezcla de flamenco, ballet cubano y contemporáneo, llena de energía, velocidad, valentía y un contagioso sentido de celebración.

Todo el ánimo y el impulso… Laura Rodríguez, segunda por la izquierda, como Carmen. Fotografía: Cristina Lanández

Tratando de aportar algo nuevo a la historia, Acosta es inventivo en su ecléctica mezcla de pasos y ha creado un nuevo personaje, El Toro (que en la noche del estreno lució un tocado con cuernos). El Toro es una figura que lo ve todo, que mueve los hilos de los protagonistas condenados. Acosta se encuentra siniestramente en el centro del set de Tim Hatley, un anillo de luz gigante como un eclipse solar. Más tarde, baila un rudo pas de deux de gladiador con Carmen, como si estuviera en una corrida de toros con el destino.

Como sabemos por Acosta Danza visitas anteriores al Reino UnidoEsta es una compañía de bailarines fantásticos (Denzel Francis está impresionante en un papel pequeño pero notable como el guardia Zúñiga), aunque el torero de esta noche no es el más explosivo. El mundo emocional del programa, sin embargo, no es lo suficientemente profundo. El paso a dos de los distintos amantes se centra en los momentos significativos, sin mucho espacio para respirar o sentir. Pero entonces ella no es nuestra Carmen: volvió a la vida, a su muerte.



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